Investigadores estadounidenses conluyeron que los usuarios de colectivos y trenes bajan más rápido de peso que los que usan habitualmente el auto.
Pensar en que viajar en el transporte público tendría su parte saludable es, al menos en Argentina, hasta difícil de imaginar. Pero un estudio realizado por investigadores estadounidenses concluyó que los usuarios regulares de colectivos, trenes y subtes se mantienen más delgados y bajan más rápido de peso que los que se mueven habitualmente en auto.
Y sí, a pesar de que cueste creerlo, las cuadras que hay que caminar -soportando el calor intenso o el frío bajo cero, el diluvio o la llovizna- hasta la parada de ese colectivo o de ese subte que tardarán en venir para luego trasladarlo a uno cual sardina en lata, tendría sus beneficios para la salud. Así lo determinaron profesionales estadounidenses que estudiaron durante un año a pasajeros del transporte público y los compararon con los que viajan en auto.
Los resultados fueron contundentes: las personas que usan colectivo, tren, subte, o tranvía perdieron en promedio tres kilos más que los automovilistas, según el estudio publicado por la revista American Journal of Preventine Medicine.
La explicación no reviste mayores complicaciones: el sólo hecho de caminar hasta la parada hace que se muevan más. Por lo que los investigadores concluyeron que cuanto más extendida esté la red de transporte público en una ciudad, más delgados y sanos serán sus habitantes.
En Estados Unidos donde la obesidad es un problema que preocupa seriamente a las autoridades -dos tercios de la población está excedida y uno padece obesidad- los expertos sugieren que se invierta más dinero en la mejora del transporte público, con el objetivo de incentivar más su uso. "Las inversiones en el transporte público ofrecen la posibilidad de reducir la obesidad de la población", aseguró el directordel experimento, John M. MacDonald, de la Universidad de Pennsylvania, que trabajó en la investigación junto a expertos del think tank estadounidense Rand (Research and Development).
Y sí, a pesar de que cueste creerlo, las cuadras que hay que caminar -soportando el calor intenso o el frío bajo cero, el diluvio o la llovizna- hasta la parada de ese colectivo o de ese subte que tardarán en venir para luego trasladarlo a uno cual sardina en lata, tendría sus beneficios para la salud. Así lo determinaron profesionales estadounidenses que estudiaron durante un año a pasajeros del transporte público y los compararon con los que viajan en auto.
Los resultados fueron contundentes: las personas que usan colectivo, tren, subte, o tranvía perdieron en promedio tres kilos más que los automovilistas, según el estudio publicado por la revista American Journal of Preventine Medicine.
La explicación no reviste mayores complicaciones: el sólo hecho de caminar hasta la parada hace que se muevan más. Por lo que los investigadores concluyeron que cuanto más extendida esté la red de transporte público en una ciudad, más delgados y sanos serán sus habitantes.
En Estados Unidos donde la obesidad es un problema que preocupa seriamente a las autoridades -dos tercios de la población está excedida y uno padece obesidad- los expertos sugieren que se invierta más dinero en la mejora del transporte público, con el objetivo de incentivar más su uso. "Las inversiones en el transporte público ofrecen la posibilidad de reducir la obesidad de la población", aseguró el directordel experimento, John M. MacDonald, de la Universidad de Pennsylvania, que trabajó en la investigación junto a expertos del think tank estadounidense Rand (Research and Development).
fuente: clarin.com
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