Frecuentemente me cruzo gente entrenando en parques, plazas o pistas en días de temperaturas muy elevadas y a pleno sol. Al imaginarse esta situación se podría creer que uno tratará de estar vestido con una indumentaria lo más liviana y fresca posible, que permita una ventilación y eliminación de la transpiración eficaz y así, poder mantener la temperatura corporal logrando un buen rendimiento en nuestra sesión.
Pero no siempre es así.
Todos los días, incluso con temperaturas superiores a los 30ºc, veo personas corriendo o caminando rápido, envueltos en plástico o neoprene. Pantalones y camperas de nylon o pvc, fajas de neoprene o buzos de algodón de colores oscuros.
¿Por qué lo hacen?
Por la mala creencia que el transpirar más los va a ayudar a adelgazar. Piensan que correr "abrigados" al sol y en verano es bueno para eliminar grasas, pero la realidad es otra. El transpirar en exceso no lleva a perder grasas.
Si bien al hacer ejercicio de manera regular se adelgaza, esto no es por la transpiración en sí, sino es por la utilización de las grasas como "combustible energético" para realizar nuestra actividad. También es cierto que si nos pesamos antes de comenzar la actividad y al terminar, el peso habrá bajado, pero causado por la eliminación de agua y no por pérdida de grasa. Al rehidratarnos, el peso volverá al estado original.
Aproximadamente el 70% de nuestro cuerpo es agua, lo que hacemos al transpirar no es más que eliminar parte de esa agua y sales minerales. El agua corporal participa en gran cantidad de funciones para el correcto funcionamiento de nuestro organismo y pérdidas de entre 300 a 500ml, ya podrían provocar señales fisiológicas de sed, lo que es un indicio de una posible deshidratación.
Una de las principales funciones del agua es la de mantener la temperatura corporal, al entrenar se genera calor en exceso que debe ser eliminado, el organismo suda para colaborar en la pérdida de calor pues el agua que se elimina lo transporta y además facilita la refrigeración a través de la piel húmeda.
Taparse o abrigarse durante el ejercicio, para sudar más no sólo es inútil para perder grasas y adelgazar sino que es peligroso para la salud.
Lo único que conseguiremos es un aumento importante de la temperatura corporal, un golpe de calor, que puede llevar incluso en casos extremos a la muerte en poco tiempo.
Recomiendo hidratarse antes, durante y después de la actividad física y utilizar indumentaria apropiada para mantener la temperatura corporal en equilibrio.
Prof. Hernán Paganini
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